30.5.07

Casmodia


La cuenta atrás que nunca acaba.
Rincones del laberinto que ya no auguran sorpresas
se convierten en espiral.

Te espero en el otro lado con el mapa en la mano
pero la brújula gira en remolino
y la perilinfa no deja de girar.
Aunque yo ya hace tiempo que lo hice,
me detuve a tiempo
pero siento el mareo y la náusea
cuando te siento llegar.

No me siento cuerpo.
No me siento nada.
Cada resuello se convierte susurro.
Monosílabas se convierten mis palabras.
Me encharco por dentro,
me inflo,
reviento.
No soy cuerpo.
No soy nada.
Soy una presencia.
Soy un ectoplasma.
Soy un vaho en la ventana.
El humo de un cigarrillo mal apagado
antes de irse a la cama.

24.5.07

Culpabilidad VI (En busca del fin centrífugo)

Hipersensible y liviana
irrumpes con estruendo.
Me dejé llevar
Me entregué a los sentidos
La concupiscencia ahora me abandona,
traición de la sangre que desborda mis cuerpos cavernosos.
Ceja la sangre .
Cauces vacíos ahora se encuentran.
No dejo de asumir mi culpa.
No te vayas lejos.
Soy capaz de todo,
mas inerme estoy.
Dame tiempo para reunir un ejército.

P.S: El jirón da vueltas en la lavadora

23.5.07

¿Te gusta conducir?

Tras leer un post de Will me ha venido a mi perturbada mente la siguiente escena:
Revisión médica de aptitud para la obtención del carné de conducir
Srta:¿Ha tenido usted alguna vez un ataque psicótico?
Sujeto:¡Oh, sí!, claro señorita, en cada Navidad, Semana Santa y cuando empiezan los calores (ya sabe, la gente se desnuda más) tengo brotes psicóticos, aunque no se preocupe, desde que empecé a coger el cuchillo jamonero para matar a mi madre empecé a tomar la medicación. Por los efectos secundarios no se preocupe, voy un pelín aturdido y a veces me cuesta coordinar, pero ya me ve aquí, he cogido el coche para venir y no ha pasado nada
Srta:¡¡¿¿QUÉ??!! ¡¡¿QUE HA COGIDO EL COCHE?!!
Sujeto:Sí, mire, es aquel que está en la puerta, ¿lo ve?, el plateado con luces en la escotilla...

22.5.07

No apto para todos los públicos, puede herir su sentido de la vista

Navegando por la red en busca de satisfacer mis dudas acerca de algo en concreto me he encontrado con una forma de autolesión que no conocía. Dos palabras nuevas para mi diccionario personal: Edipismo (no confundir con el complejo de Edipo, aunque relación tiene) y autoenucleación. Son prácticamente sinónimos. Huelga decir que el tema de las laceraciones me atrae (sólo hay que verme la cara), pero más atracción tengo por todo aquello que se relaciona con hasta dónde llega el ser humano para autocastigarse, ya sea por liberación o por culpabilidad, por pena o por placer...
El edipismo en particular consiste en autoenuclearse ( Extirpar un órgano globoso, como un tumor o el globo ocular), es decir, en arrancarse uno mismo los ojos, ya sea con las propias manos o con algún instrumento. En el artículo se explican muy bien las características del Edipismo, además de mostrar fotos de la aberración en cuestión. Una de las características que ayudan a una mejor comprensión es la siguiente:

La mayoría de estos pacientes psicóticos presentan alucinaciones de contenido religioso o sexual. Generalmente se relaciona con una sensación de culpabilidad que piensan que desaparecerá al hacerlo los ojos; parece que sienten la expiación de su culpa. El peligro de autoenucleación es mayor si la "culpa" es de naturaleza religiosa o sexual. La explicación en lo que al contenido sexual se refiere se puede dar porque para ellos el ojo es un símbolo de los órganos genitales (ambos son órganos sensoriales con gran capacidad de proporcionar placer), se trataría de una castración simbólica. Algunos pacientes se mutilan los genitales antes o después de los ojos


Me viene a la cabeza la salida de prisión del segundo violador del Ensanche. Se reaviva el tema de la rehabilitación y de la castración química. Se me ocurre que la enucleación podría ser otro método...
Creo que me he dejado la ética en el perchero...




Culpabilidad V (La deyección que nos arrasa )

Llaman a la puerta. Son más de las diez. Abandono el sillón con desgana, no sé quién puede ser, pero tampoco me importa. Hinco un ojo en la mirilla, la luz del patio está apagada. Espero unos segundos antes de abrir, sí, voy a abrir, qué importa. Abro. Está todo a oscuras. Rebaso el arco de la puerta dispuesto a encender la luz. Algo me impide hacer ese acto puesto que me obstaculiza el paso. Ese algo me llega a la altura de mis rodillas, es blando. Lo aparto de una patada. Enciendo la luz. Es una bolsa de basura. La bolsa de basura es del mismo color de las que tú utilizas. Color lila. Me decido a cogerla y a adentrarla al interior . Me siento en el sillón y coloco la bolsa entre mis piernas. Me cuesta desatar el nudo por lo que finalmente la rasgo con impaciencia. Hay periódicos arrugados. Sólo eso. ¿Sólo eso?. Comienzo a extraer uno por uno, con sumo cuidado. Cuando me falta el último para vaciar la bolsa mi tacto percibe algo que parece tela. Es satinada, suave. Mis dedos la recorren hasta producirme una erección. Vuelvo a sentir cómo la sangre bombea de nuevo hacia arriba. Se trata de aquel jirón que rasgué de tu vestido, lo reconozco perfectamente. En mi mente vuelvo a escuchar el adagio, aquel que tantas veces intenté recordar. Termino por eyacular sobre el pedazo de satén. Suena el teléfono. Me lanzo a descolgarlo. No puedo articular palabra. Al otro lado sé que estás tú. Apenas noto tu respiración. "Me falta un pedazo de mi vestido, lo tienes tú, quiero coserlo". Miré asustado el pedazo de tela chorreante...

21.5.07

El silogismo

Paso por delante de un recinto de exposiciones. Mi objetivo es cruzar un semáforo que me separa de la bahía. En la puerta del recinto aparece sentada una mendiga que en castellano incorrecto clama ayuda mientras su ajada mano permanece estáticaticamente extendida. En mi recorrido por la ciudad es la cuarta mujer que me encuentro en las mismas condiciones, pero de diferentes edades. Parecen de la misma etnia por sus ropas. Todas ellas dicen lo mismo "Por favor, ayúdeme". Resultan molestas para el ciudadano de a pie, que las ignora, no sin antes lanzar una mirada de desconfianza y continuar con su camino.
Sigo con mi objetivo de cruzar el semáforo. Detrás de mí se oye la voz de un niño que le pregunta a su madre qué le ocurre a esa señora. La madre contesta que es pobre y le toma del brazo para que no se detenga a mirarla (o a admirarla). El niño inquieto quiere darle dinero. La madre le vuelve a repetir que es pobre, pero...Intenta buscar las palabras exactas para que el niño la comprenda y finalmente opta por decir que hay que tener cuidado porque los adultos mienten. Cruzo el semáforo. Me giro y confirmo que, efectivamente, la madre es una adulta, ergo mentirosa...

20.5.07

El regreso

La sustracción no se ha efectuado. Sigue siendo el número dos, el par, el dúo, el binomio, el tándem...No puedo negar que se ha estado al borde del cataclismo. Los pies junto al límite imaginario. Uno de los pies quería separarse del otro y cruzar la línea, migrar hacia el otro lado. Nada era demasiado hiriente, porque ya no hace daño, ni siquiera huella deja, son sólo palabras.
Las palabras acabarán, un día no muy lejano y ese día quizá se tolere el dolor y se termine la insidia.
Quizá tenía que haber vuelto uno.
Quizá la próxima vez.
Quizá un día dejemos de jugar a la ruleta rusa, siempre se nos encasquilla el revólver...

12.5.07

Pura matemática


Me voy de viaje y hasta es posible que aprenda a restar: si vamos dos y vuelve uno ¿cuántos vuelven? A veces menos es más...

10.5.07

Vamos a contar mentiras (tralará)

Todos mentimos. Quien diga lo contrario miente
La primera mentira que recuerdo fue cuando me preguntaban mi nombre, me inventaba otro, no recuerdo cuál exactamente, pero desde luego no era el mío.


Otras mentiras célebres:
  • Cuando me decían que tenían que llevarme a la peluquería decía "vale, voy cogiendo el ascensor" y así ganaba tiempo para escaparme por las escaleras ("mentira para la supervivencia")
  • Cuando cogía dinero de la cartera de mi madre y luego le decía que se lo había dado a unos niños pobres ("mentira infantil")
  • Cuando me encontraron mi primer cigarro y dije que era de una amiga ("mentira universal").
  • Cuando un chico me pedía salir y le decía que ya tenía novio ( "mentiras piadosas").
  • Cuando voy a entrevistas de trabajo y digo que sé inglés ( "mentiras necesarias").
  • Cuando digo "ah, ¿que te casas?, ¿cuándo? pues creo que ese día curro..." ("mentiras arriesgadas")
  • Cuando digo "no bebo nunca más" y "voy a dejar de fumar" ("autoengaño")
Afortunadamente, con el paso del tiempo, me veo menos obligada a mentir, pero si tengo que elegir me quedo con la mentira piadosa, porque es una forma de ahorrar el sufrimiento, aunque el paliarlo suponga nuestra agonía...

No me gusta Joaquín Sabina, el personaje, me gusta el escritor y ésto que escribió acerca de las mentiras piadosas:

Cuando le dije que la pasión por definición no puede durar
como iba yo a saber que ella se iba a echar a llorar.

No seas absurdo, me regañó, esa explicación nadie te la pidió
así que guardatela, me pone enferma tanta sinceridad.

Y así fue como aprendí que en historias de dos conviene a veces mentir
que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor.

Yo le quería decir que el azar se parece al deseo
que un beso es sólo un asalto y la cama es un ring de boxeo,
que las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan
se marchitan cuando las toca la sucia rutina.

Yo le quería decir la verdad por amarga que fuera
contarle que el universo era más ancho que sus caderas.
Le dibujaba un mundo real no uno color de rosa,
pero ella prefería escuchar mentiras piadosas.

Y las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan
se marchitan cuando las toca la sucia rutina.

Y cuando por la quinta cerveza le hablé de esa chica
que me hizo perder la cabeza estalló,
vas a callarte de una vez por favor.

Y así fue como aprendí que en historias de dos conviene a veces mentir
que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor.


Después de leer ésto se me está apareciendo el ectoplasma de Yeltsin para que me anestesie con Moskovskaya
¡¡¡Na zdorovie!!! (¡Salud!)

9.5.07

Culpabilidad IV (cenotafio)

No soportaría la idea de presenciar cómo falleces, de tener que acudir a tu velatorio, de ver cómo te incineran (porque recuerdo que me lo pediste si llegara el momento). Tengo que dar el paso y dejar de revolver en tu basura. Te he llamado, has descolgado el teléfono. He sido incapaz de articular palabra. He colgado.


Hablamos de nuestra muerte. Me dijiste que si morías joven que me autorizabas para decidir donar tus órganos. Hace mucho tiempo que dejaste de creer en el cielo. ¿Qué te gustaría donar de mi cuerpo a otra persona?, me preguntaste. Tus ojos. Tu corazón. Yo quería dejar de hablar de ello, pero tú estabas obsesionada con ese tema. ¿Sabes cómo me gustaría morir? me encerraría en una habitación llena, repleta de plantas y flores. No dejaría entrar la luz y dejaría consumir mi oxígeno por ellas. Le dije que necesitaría mucho tiempo para que eso ocurriera y que me recordara que nunca más le regalara flores. Ella rió. Pero eso sucedió hace mucho tiempo. Ahora ya no ríe, su tiempo no lo consumen las flores, sino las lágrimas. Y yo no dejo de sentirme culpable e impotente, mas no me atrevo a ir a la que era nuestra casa y decirte que no eres responsable de nada. Muchas veces me imagino tocando el timbre de tu puerta, tú me abres y... ya no puedo imaginar más, ni tu reacción, ni tu semblante. A veces creo que nos fundiríamos en un abrazo infinito. A veces creo que volverías a cerrar la puerta.
Hacía tiempo que no escuchaba tu voz, ahora ya puedo imaginar que al menos me hablas.
Son más de las diez de la noche. (¿Dónde estás?).


7.5.07

ENCUESTA

Leyendo lo último de Chulima se me ha ocurrido una pregunta:
¿Por qué empezasteis a escribir un blog?

Culpabilidad III

Resta media hora de trabajo. Miro a la diestra con insistencia el reloj del ordenador. Se acerca a mí una de las secretaria. Me indica que debo hablar con el psicólogo de la empresa, órdenes de arriba, lo que significa que no puedo eludirle. Me dirijo a su despacho. El color de las paredes de su estancia es distinta a la del resto. Color amarillo.
Me extiende la mano para saludarme casi sin dejarme pasar al despacho y me entrega una carpeta. "Es un test, le ruego que lo cumplimente a lo largo de esta semana y el viernes me lo entrega". Antes de darme media vuelta me pregunta si continúo con tratamiento farmacológico, afirmo con la cabeza y se da por satisfecho. No tenía derecho a réplica, no podía negarme, "órdenes de arriba".
Hace un mes que no le veía, tiene suerte. Siento deseos de romperle una de sus geranios en la cabeza y de quedarme observando cómo la sangre recorre su sien. Controlo el impulso. Ahora no es el momento, más adelante, cuando concluya mi misión. Percibo en él recelo. Comenzó a interesarse por mí, a hablar conmigo y a preguntarme por ti. Lástima que no me invite a traspasar el marco de la puerta, el geranio está a dos pasos. Me recuerda la importancia de entregarle el test a tiempo. Su insistencia me hace sospechar. Su insistencia me hace difícil controlar mis impulsos. Me despido de él. Tiene suerte.
Son las cinco, antes de ir a verte te vuelvo a llamar. No contestas, como de costumbre. Estarás en el sofá con la mirada perdida, esperando la noche. Yo también espero la noche, aunque no sé si podré vencer al sueño. No duermo si tú no duermes. No puedo continuar tomando esas pastillas, no me permiten acompañarte, no me dejan sentir la erección por ti...

4.5.07

Papá, déjame jugar un poquito más...


Según se afirmaba en un artículo en el periódico"The Washington Post" a los niños chinos adictos a la playstation les administraban electroshocks como técnica aversiva (más que aversiva, invasiva diría yo). Ahora desde Pekín dicen que de eso nada, monada, que por ver a unos niños con electrodos en la cabeza y en los pies no significa que se les esté friendo los sesos, sino que se estudia el comportamiento de las ondas cerebrales...
Si crees que EEUU no ha tenido una alucinación manda un sms al 4444
Si crees que China realmente estudia los tsunamis cerebrales a los pequeños yonquis manda un sms al 4445

Sorteamos la nueva Playstation 3

3.5.07

Culpabilidad II (la de los otros)

Son más de las diez de la noche. Ella todavía no ha salido del portal. Comienzo a preocuparne, aunque realmente desconozco si ella está en casa. Hoy he vuelto a trabajar. Se terminó mi baja por depresión. No la he podido vigilar durante todo el día. La he llamado a media mañana desde el trabajo, pero, como de costumbre, no ha descolgado el teléfono.
Mi primer día de trabajo post depresión ha sido un auténtico infierno. No estoy preparado para volver. Algunos compañeros de trabajo me saludaban con un "qué tal estás", se detenían unos segundos esperando la respuesta que querían oír. Optaba por decir "bien", así ellos continuaban su camino y les evitaba el tener que extenderse más en la conversación. A mí me hubiera gustado decirles la verdad, "estoy mal, pero a ti realmente te importa un carajo, no quiero verte ni a ti ni a nadie de este sitio, pero ya ves, no puedo estar perdiendo más dinero con la baja". En todo el mes que permanecí en casa me llamaron dos veces simulando que les importaba mi estado, "tienes que ser fuerte", "debes salir de casa...". Esos "debes", esos "tienes que" me retumbaban en los oídos. No , yo no tengo que ser nada, ni soy fuerte ni tengo ni debo de serlo. La segunda vez que me llamaron fue para invitarme a salir a cenar...En los tres años que llevo en la empresa, jamás me habían hecho una proposición de ese estilo, a excepción de la cena de Navidad de la empresa, cuya invitación venía adjuntada con la nómina del mes de noviembre. No fui a aquella estúpida cena. No llamaron más.
Miradas compasivas a mi paso. "Voy a por un café, ¿quiéres uno?". Todo eran ofrecimientos, todo eran buenas palabras. Yo sólo quería que fueran las cinco de la tarde para escapar de allí, para intuirla a ella...

1.5.07

Culpabilidad

¿Cuántas veces me he dicho que no lo volvería a hacer?
Hoy lo he vuelto a hacer, el pellizcarme los testículos no ha funcionado como estímulo aversivo, (consejo de mi psicólogo,aunque adaptado a mi umbral del dolor), sin embargo he vuelto a revolver en su basura.
Está fumando más de la cuenta, el número de colillas ha aumentado desde hace una semana. Una cantidad ingente de posos de café cubre la mayor parte de su inmundicia (¿Acaso no querrá dormir?). Apenas hay desperdicios de comida. Ha dejado de comer. Aparecen cartas de recibos hechas trizas. Hay un montón de pañuelos de papel arrugados, necrológicas de sus lágrimas.
La ví salir del portal, grandes surcos ocupan parte de su rostro. Su pelo está sucio y ,a juzgar por la escasez de marañas aisladas de cabellos en su basura, ya ni siquiera se lo cepilla. Se limita a recogerse el cabello en un moño. Lleva la misma camiseta de hace dos días, aquella que le regalé por su cumpleaños. Sólo baja a tirar la basura, siempre a partir de las diez de la noche, como si se tratara de algo clandestino. Yo sé que lo hace para no ser vista, para que nadie vea su decadencia.
La llamé. No coge el teléfono. Se adivina que ella está en casa por la tenue luz azul que despide el televisor por la ventana. Sigo insistiendo. No quiere hablar con nadie...

Tan lejos, tan cerca

Desde el 20 de Marzo los niños fallecidos y no bautizados ya no irán al Limbo. A los fallecidos antes de este día se les juzgará con la legislación antigua.
Razones a las que obedece esta modificación:
  1. Superpoblación "límbica"
  2. Golpe de Estado en el Santo Poder
  3. Los límites fronterizos del Limbo comienzan a alcanzar los del Paraíso
  4. Evasión de impuestos de los habitantes
  5. Incapacidad de establecer recursos asistenciales para todos los pequeños habitantes del Limbo
  6. Se han construido viviendas de protección eclesiástica para aquellos que fallecieron a partir de la aprobación de la nueva Ley
Bienaventurados aquellos que fallezcan en abril, porque de ellos será el Paraíso...