29.4.10

No es un día precisamente especial. Es un día en el que te quedarías en la calle, incluso dormiría sentada en un banco hasta que el frío de la madrugada me hiciera suplicar la comodidad de un sofá. Es un día en el que he acercado mi mejilla para que me den un beso.
Es uno de esos días en los que si alguien me hubiera invitado a abandonar un rato el mundo, le hubiera dicho que no...