Me he despertado con el recuerdo de un sueño. Después de muchos años volvía a pegarle al Moskovskaya. Realmente la muerte de Yeltsin me ha marcado. Tenía cara de San Bernardo bonachón.
La botella salía de la maleta que tenía debajo de la cama. Creo que me he despertado con resaca pretérita. Al vodka no vuelvo, ni a aquella cama con esa maleta debajo de ella.
4 comentarios:
¡¡¡Cada vez que alguien dice que no vuelve a probar un vodka, un pobre niño, hijo de campesino ruso, muere!!!
Saludos
Entonces, si es por evitar la muerte de un Vladimir o de una Galina, volveré al vodka.
Saludos
Viva el Moskovskaya, seguro.
Siempre recuerdo al guiñol de Yelstin, bebiendo de un bote de alcohol de botiquín
va el abrazo
Dicen por ahí que si mezclas alcohol de 96º con fanta de limón es lo mismo que un gin lemon.
Ahora tienen que encontrar a algún político inhalando disolvente y que lo "guiñoleen"
Blaky os manda cosquillas con el bigote
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