Cada uno en un extremo de la cuerda, que sólo cede durante la noche y se tensa de día. Siempre debería ser de noche, pero seguro que tanta oscuridad acabaría por deprimirlos y vivir en los polos no sería tan idílico como ellos imaginaron.
A ella le invaden impulsos de transformarse en ese monstruo que tanto le asustaba a él en la infancia para hacerle correr escaleras abajo y que le hacía despertar envuelto en sudor cuando los terrores nocturnos se apoderaron de sus sueños.
El funambulista recorre la cuerda con la duda sujeta en sus manos, ella quiere hacerle perder el equilibrio.
Ojalá se caiga.
Discover Barbara!
A ella le invaden impulsos de transformarse en ese monstruo que tanto le asustaba a él en la infancia para hacerle correr escaleras abajo y que le hacía despertar envuelto en sudor cuando los terrores nocturnos se apoderaron de sus sueños.
El funambulista recorre la cuerda con la duda sujeta en sus manos, ella quiere hacerle perder el equilibrio.
Ojalá se caiga.
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3 comentarios:
Tal vez caiga.
No sé, no sé, Canichu, igual se cae, pero si lo hace por la izquierda hay red, si lo hace por la derecha el duro suelo. Me da la sensación que igual, si se cae, se va a romper las piernas. Besos
Otro escalofrío!!
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