Discover Muse!
Intento salir de una ciudad sitiada por la nieve pero nos retienen allí, sin más opción que esperar al día siguiente. Por suerte consigo un sitio para pasar la noche tras una hora de angustia, deteniendo así en la imaginación la proyección de mi imagen con los ojos bien abiertos toda la noche ocupando sitio en algún banco de la estación hasta que salga el primer autobús hacia mi lugar de destino, situación que no me apetece en absoluto experimentar.
A la mañana siguiente me dirijo a la estación con la esperanza de que el temporal no sea óbice para viajar. Me informo. No hay problema. Sensación inmediata de alivio por un lado y de cierto temor por otro de cómo será el estado de la carretera.
El autobús lleno. Se sienta a mi lado una chica que aparenta unos 18 años. Me pregunta que si voy a Barcelona y le digo que no, que me bajo unos cuantos cientos de kilómetros antes. Me pregunta también que si soy española, de digo que sí y le pregunto de dónde es, me contesta que es de Rumanía, de Bucarest. Dice que está embarazada, que tiene 22 años y que va a ver a su novio a Barcelona, que son muchas horas de viaje para alguien que se encuentra mal, porque ya empieza a sentirse mareada. Su novio es muy celoso, se pegan y se insultan, pero como va a tener un hijo suyo se va allí a verle, pero no sabe cuánto tiempo se va a quedar. Tuvo otro novio antes, con el que también se insultaba y se pegaba. Todo su relato es carente de emoción, la normalidad con la que habla de los episodios violentos, me transmite su rutina de malestar, la cual acepta y asume. No la juzgo, me mimetizo en espejo, pero ella no se quiere mirar, ya conoce su imagen de memoria . Me atrevo a preguntarle que si ella es feliz así, pero ella dice que es mejor eso que estar sola. Se duerme. Me duermo.
Me despierta señalándome el paisaje nevado.
Se duerme.
Yo me quedo en un estado de semiinconsciencia, entre el sueño y la vigilia.
Dos mujeres en el asiento de atrás, con marcado acento sudamericano comienzan a hablar de meteoritos y de la Nasa. Un meteorito puede alcanzar tal velocidad que su impacto en la Tierra acabará con la humanidad. Una de ellas dice que intenta disfrutar de la vida, quizá pensando que en cualquier momento un metorito nos la quite. Ahora ya no es Dios quien decide nuestro sino, es un meteorito y la información confidencial de la Nasa a quien tenemos que rendir pleitesía y oración. La cadencia de sus acentos ensombrecida por el fin del mundo. Comienzo a pensar en el Universo Infinito y comienzo a estrujar con fuerza la cortina de la ventana. Sólo deseo dormir...
El autobús lleno. Se sienta a mi lado una chica que aparenta unos 18 años. Me pregunta que si voy a Barcelona y le digo que no, que me bajo unos cuantos cientos de kilómetros antes. Me pregunta también que si soy española, de digo que sí y le pregunto de dónde es, me contesta que es de Rumanía, de Bucarest. Dice que está embarazada, que tiene 22 años y que va a ver a su novio a Barcelona, que son muchas horas de viaje para alguien que se encuentra mal, porque ya empieza a sentirse mareada. Su novio es muy celoso, se pegan y se insultan, pero como va a tener un hijo suyo se va allí a verle, pero no sabe cuánto tiempo se va a quedar. Tuvo otro novio antes, con el que también se insultaba y se pegaba. Todo su relato es carente de emoción, la normalidad con la que habla de los episodios violentos, me transmite su rutina de malestar, la cual acepta y asume. No la juzgo, me mimetizo en espejo, pero ella no se quiere mirar, ya conoce su imagen de memoria . Me atrevo a preguntarle que si ella es feliz así, pero ella dice que es mejor eso que estar sola. Se duerme. Me duermo.
Me despierta señalándome el paisaje nevado.
Se duerme.
Yo me quedo en un estado de semiinconsciencia, entre el sueño y la vigilia.
Dos mujeres en el asiento de atrás, con marcado acento sudamericano comienzan a hablar de meteoritos y de la Nasa. Un meteorito puede alcanzar tal velocidad que su impacto en la Tierra acabará con la humanidad. Una de ellas dice que intenta disfrutar de la vida, quizá pensando que en cualquier momento un metorito nos la quite. Ahora ya no es Dios quien decide nuestro sino, es un meteorito y la información confidencial de la Nasa a quien tenemos que rendir pleitesía y oración. La cadencia de sus acentos ensombrecida por el fin del mundo. Comienzo a pensar en el Universo Infinito y comienzo a estrujar con fuerza la cortina de la ventana. Sólo deseo dormir...
11 comentarios:
buena suerte en tu viaje...
Lo juro, la palabra a verificar es "MULARGO"
Pues eso, quel universo es muuu largo, pero los meteoritos nos los manda Dios, y si me apuras, la NASa también...
Y estos inmigrantes a los que les faltan unos cuantos hervores y quizá también pasarlos por la sartén, también, así como sus novios...
Pero que cada cristo aguante su cruz, que yo ya tengo a un búlgaro de 80 kilos, al karateka, al terry y unos cuantos amigos drogadistos, el perro, una perrilla que encontramos en la basura casi ahogada, las gateras, y más de 60 gatos...
Estooo, si pasas por Valencia y tienes tiempo dame un toque, en el post del 30 de marzo de este año dejé mi teléfono.
bisous pour toi...
¿Qué del 30?
Del 15, del 15, del quince de marzo deste anyo
A mi me encanta poner la "parabólica" para escuchar a la gente, sea bonito o feo, siempre te enriquece las opiniones de los demás.
Como no, me parece mosntruoso lo que la chica que tenias al lado describe. Yo si estuviera en su lugar hubiera preferido evidentemente una soledad, en el más solitario de los lugares (ese sitio al que iremos todos, y que llaman infierno) que a asumir como normal a un animal que sólo sabe hacer daño y copular.
De las sudamericanas y asteriodes te contaré...
El otro día una chica en su misma situacíón estaba llamando al departamento de quejas de movistar (por lo que contaba) y en cierto momento le dicen que teclee un número y un dígito. Cuando la buena mujer termina dice al teléfono a voz en grito: "¿cual tecla dice? ¿"asteroide"? No, señorita, no veo ningun asteroide,...ah si...
Se referian, obviamente, al(*)arterisco.
No sé si la señora era sorda o el que la atendía un lerdo, o se dieron ambas circunstancias a la vez.
Sin comentarios....
Un saludo
Sea un meteorito, un accidente o una casualidad, la vida puede cambiar en cualquier momento; de hecho cambiará y se irá, eso es seguro. Pero sin embargo, hacemos cosas, intentamos vivir como si eso no fuera a pasar nunca, como si todo esto tuviera sentido. Y lo tiene. El viaje se acabará, las pasajeras se irán con sus miedos y tú regresarás, pero no al mismo punto de partida. Algo habrá cambiado, y eso es lo que a mi me importa, el cambio. Besos.
Aitor Serra: Gracias. Aún no sé dónde me bajaré, pero de momento voy disfrutando del paisaje. Un besico
Huella de Perro: "Mulargo" se me hizo el viaje, sobre todo intentando no hacerle pronósticos a esa chica, espero que sepa esquivar a los meteoritos en forma de golpes. Despuis deux ans que je ne vais pas à Valencia, mais si à Castelló. J'y vais chaque an, je te dirais quelque chose et tu pourras me montrer à tes amis les chiens,les chats, les toxicomanes, etc
Gros bisous
Bournout:ja, ja, asteroide, qué bueno. Yo quiero una tecla asteroide en mi móvil para que se autodestruya en cuanto la presione. En cuanto lo de las conversaciones ajenas para una apeirofóbica como yo no era la mejor conversación para escuchar pq un poco más y me llevo la cortina en la mano. Un besico
Neo: el cambio se produjo. Hace años le hubiera metido un sermón a la chica de mi lado, pero desde hace tiempo, no es que me haya insensibilizado, pero pensé que era mejor que ella se oyera hablar, ya que a veces las respuestas están en la voz de uno mismo. Un besico
Que si, que el meteorito esta llegando, pero tu, duerme, en la seguridad del sueño no te podrá enturbiar tu mente la incultura de las pobre gentes ;)
Felices fiestas y un besazo.
Me alucina la canción que has elegido. Y por supuesto, nunca está lo bastante ponderado el peligro inminente de los meteoritos...
Va el abrazo
Hasta los cojones: ahora tengo pesadillas con los meteoritos, joer, qué sensible soy. Que pases unas blancas vacaciones y que haya buena caja. Besicos
J.A. Sanz: Muse, siempre Muse, por supuesto, y le venía al pelo al post, canta para la absolución o por la liberación depende de cómo se quiera traducir. A veces es mejor vivir en la ignorancia, siempre lo he pensado, cuanta más información más dolor. Besicos
Lo de los meteoritos me parece altamente improbable, lo de la chica del autobús me parece sorprendente...Mejor eso que estar solo, permiteme que lo dude...
Abrazotes
Hay que ver las cosillas que nos llaman la atención, ¿en?.
Beshitos wapa, y feliz año nuevo.
Ahhh, mencanta eso de felicitar las navidades en mayo, pero este año me he adelantao mucho...
;-)
Publicar un comentario